Con las sirenas, el canto nocturno
En el vaivén de las olas, se mecen
La fusión de almas, semillas florecen
Cometas, estrellas, vuelve Saturno
Mira las nubes bajo el cielo diurno,
Las deidades que al caos obedecen
Si el amor y el tiempo en tu vientre crecen
Te robarán la mirada en su turno.
El corazón que caza las auroras
Se divierte, pintando su sonrisa
Tu reloj deja de marcar las horas
Es esta ofrenda al templo de Artemisa
Entre antojos y carne que devoras
Por un futuro que llega y no avisa.
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