Por un tiempo he tratado de pensar en qué tipo de contenido me gustaría compartir, tanto para el sitio como para el canal de Youtube. Ciertamente, las redes sociales están cambiando. Alejados están los días de las glorias de Youtube y mucho más alejados estamos de la época cumbre de los blogs. Quizás, la sociedad de nuestros tiempos está volcada más en los podcasts y en Tik Tok, contenido que, por el momento, no estoy en la posición de experimentar. El primero, por tiempos, el segundo porque simplemente no es de mi gusto. Entonces, tras pensarlo, plantearme algunas preguntas, sobre todo pensando en los años que se vienen, en los que no pienso dejar mi blog, pero tampoco estoy considerando a Youtube como una respuesta, he concluido que, el futuro del canal se ve como el presente video.
Yo sé que las redes sociales poco tienen que ver con este tipo de “formato” (por llamarlo de alguna forma), pues no estoy mostrando nada “útil” a una audiencia ávida de contenido. Sobre todo cuando es un video que invita a la pausa. No es para disfrutarse mientras se hacen otras cosas. Es lento, no tiene contexto. No estoy mostrando propiamente Islandia, esa mirada comercial de los glaciares, de las montañas, del musgo, de la nada. En cambio, les muestro imágenes de mis caminatas durante el mes; de las veces que se me ocurrió encender la cámara rumbo al doctor; del día que decidimos desayunar en Hafnarfjörður y hacía un frío del diablo, pese a lo bello que resulta ver el sol reflejado en las aguas. De mi fascinación por grabar a los patos, aún cuando me tiembla la mano por el viento glaciar de la tarde.
Una probadita de mi propio fracaso como “youtuber”, puesto que se me olvida poner la cámara en mí y, en su lugar, prefiero continuar grabando aquello que se me hace bonito de apreciar. Y sí, a veces, lo más bello es lo más conocido de Islandia como lo son las auroras boreales. Durante el mes de marzo, el sol regresó pero el frío se mantuvo, como si se resistiera a aceptar que ya es tiempo de primavera. Mi tesis avanza, ya se siente el final de la maestría. Mi embarazo progresa, las pataditas se vuelven gimnasia rítmica. Y, durante el mes, el sitio se ha renovado. Esta vez sin tanto bombo y platillo, espero disfruten La Ísland 3.0