Este año ha empezado de manera estrepitosa, al menos así parece si ustedes siguen las noticias internacionales. Malas noticias sobre más malas noticias. Había pensado en empezar el año checando las noticias islandesas, pero el clima periodístico en el mundo tenía la mira en cosas muchísimo más importantes, que me parecía poco relevante hablar sobre lo que acontece en esta latitud. Pero todo cambió en esta semana.
Me gustaría suponer, que quien me lea, algún día visitará Islandia y el blog le habrá servido de ayuda para tomar sus debidas precauciones. Es por eso que creo pertinente recordarles, cada vez que se presenta la oportunidad, que aquí la naturaleza es dura. Y por eso, lo mejor, es respetar toda señal de alerta.
El 15 de enero trascendió que tres avalanchas azotaron dos pueblos en los llamados Fiordos occidentales, dos en pequeña población de nombre Flateyri y uno en Súgandafjörður. Una adolescente fue rescatada dentro de la nieve, afortunadamente no tuvo ninguna herida severa. La joven que dormía en su habitación, fue sepultada, pero afortunadamente sus cobijas le brindaron suficiente resguardo para aguantar la hora que tardaron los rescatistas en desenterrarla. Más allá de esto, hubo distintas pérdidas materiales, entre algunas casas y barcos en la zona. Lo interesante del asunto (y cosa que no sabía que existía hasta llegar a la isla) es que los islandeses, para proteger a las poblaciones que están más propensas a verse afectadas por este fenómeno, construyen unos muros para cambiar la ruta de las avalanchas, y que estas desemboquen en el océano. Por lo mismo, el saldo blanco de esta nota contrasta con las ocasiones anteriores que estas mismas zonas se vieron afectadas en 1995, en las que 46 personas fallecieron por este mismo fenómeno, entonces, no se contaba con las medidas preventivas que hoy por hoy, resguardan a las poblaciones en los Fiordos occidentales.
Por otro lado, los cuerpos de dos turistas chinos fueron encontrados en Sólheimasandur el 16 de enero. Esta zona es conocida por el avión accidentado el cual es una zona muy concurrida. Sin embargo, todo parece indicar que la causa de muerte de la joven pareja fue la exposición al estar en medio de una tormenta. Un auto fue encontrado cerca del área el cual se piensa que fue rentado por la pareja, pero aún no hay datos sobre la identidad de estas personas. Lo que sabemos hasta ahora, es que probablemente la pareja se extravió el 13 de enero, día en que hubo una tormenta, con fuertes vientos y mucha nieve, lo que pudo propiciar que los jóvenes no pudieran regresar a su vehículo.