Retomando el camino

Imagen generada con la I.A. de Canva

¿Hay alguien allá afuera?

¿Queda alguien aquí con vida?

Es hora de desempolvar el escritorio, limpiar bien el teclado y regresar a los viejos hábitos. Él 2024 ha terminado y con él se ha quedado relegado el deseo de volver a retomar muchas de las cosas que me apasionan en esta vida, siendo escribir, una de las principales, sobre todo en este blog. Durante meses, había planeado mi regreso, ya sea de forma escrita, o en video por Youtube, o simplemente, un capítulo más de “Sorbito de Café, cada uno de los intentos representaba mover tiempos, hacer ajustes y cambios, en una etapa en la que el tiempo era un recurso escaso, pues el nuevo integrante de la casa tiene a su disposición el privilegio de dictaminar las horas restantes en las que no estoy a cargo de su cuidado. Ahora que comienza el 2025, mientras se contaban las uvas y se hacían las listas en donde se planea ingenuamente el porvenir, llegué a la conclusión no sólo de que era tiempo de regresar a La Ísland, sino que era justo y necesario.

¿Por qué hasta ahora?

En el momento en que escribo estas líneas, el pequeño bebé tiene 18 meses, lo cual implica que estamos en una etapa de padres primerizos en la que ya empezamos a entender muchísimo mejor cómo organizarnos, cómo manejar las horas sin sueño, cómo dividirnos entre las diversas cosas (el cuidado, la casa y nuestros respectivos trabajos). Puedo decir que hasta hace poco, siento que ya descanso, que ya tengo una rutina mucho más balanceada y, sobre todo, que tengo ánimos para hacer otras cosas que había dejado de hacer.

También he de admitir que mi ausencia no es sólo por la maternidad, sino por mis estudios del idioma islandés. A principio del año pasado, retomé las clases en la Universidad, pensando que podría con todo. Nota: no pude con todo. Pero no pasa nada. Cuando terminaba el último Almanaque, estaba un tanto desconectada con el tema central de este blog. Sorbito de Café le dio un nuevo enfoque, ya que la perspectiva de mi hermana, quien recién llegaba a la Tierra de Fuego y Hielo, marcaba un contraste interesante con mi visión de Islandia. Era como si volviera a ver a Islandia con esos ojos de novedad, de ilusión y, sobra decir, con esa mirada ingenua del recién llegado. Me hizo repensar el camino recorrido hasta entonces, los aciertos y los errores. La cereza del pastel fueron los cursos de la propia Universidad, me sumergí en otros aspectos fascinantes de Islandia, sobre todo, en el folklore y el cine islandés. Encontré tantas curiosidades y temas que podría compartir en este blog, pero no tenía el cerebro lo suficientemente apto para sentarme a redactar. Aunado a esto, a raíz de mi tesis de Maestría, tuve la oportunidad de colaborar con mi asesora en un artículo, el cual fue publicado hasta hace poco. Si no era suficiente con todo lo anterior, también empecé a trabajar un poco más de horas.

En resumen, 2024 se me fue entre, los cuidados y la contemplación de mi hijo, el trabajo, aprender islandés y las correcciones de un artículo.

El impulso final llegó, no por obra del inicio del año, sino de la pérdida. Hace unos meses, la muerte de un ser querido, sacudió de nueva cuenta mi cotidiano. Hasta hace poco, volví a reflexionar al respecto, a pensar en él, en los demás, en los que se fueron y en todo. Así que decidí reconectar con todo aquello que me trae satisfacción. Y aquí estamos.

A partir de ahora, espero publicar todos los viernes, retomando temas sobre Islandia, algunas anécdotas personales, datos curiosos, históricos y culturales sobre este país. En cuanto a Youtube, todavía no estoy segura de volver, ya que grabar y editar un video me requiere mucho más tiempo del que por ahora dispongo. Sobre “Sorbito de Café” hay que decirlo, mi hermana se independizó y por lo mismo, es complejo ajustar tiempos entre las dos, pero no ha quedado descartada la idea de regresar a las pláticas de nuestro podcast.

Hasta aquí dejo el tema de hoy, espero que tenga un gran inicio de año, que 2025 este lleno de experiencias gratas, aprendizajes y, si es que también están en un punto de inflexión, que la energía renovada de la traslación de la Tierra les inspire a decidir los nuevos rumbos venideros. Sientan la libertad de compartirme qué les gustaría leer en esta nueva etapa, sus propósitos de año nuevo o lo que gusten, en Facebook o Instagram.

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