Estamos en casa de los padres de mi -ahora-esposo. La plática durante la cena progresa, entre la pasadera de tazones y platos de comida. En ese entonces no entendía nada de islandés, pero parecía que algo muy serio estaba pasando, así que preferí no preguntar. El sonido aspirado aquí y allá. Como cuando uno reacciona a una mala noticia. Debe ser algo grave.
La escena se repite. Ahora estamos en casa de sus abuelos. Otra vez el sonido de la bocanada de aire, el grito ahogado. Algo no me cuadra, la conversación no se escucha tensa, incluso se ríen.
¿Qué es lo que pasa?
En islandés existe una peculiaridad en la pronunciación del sí, misma que me tenía en un principio vuelta loca. Es difícil ponerlo en palabras, pero en definitiva es una interjección que utilizamos para expresar sorpresa o asombro, usualmente sobre algún acontecimiento negativo. Sin embargo, no he dado con la gramática apropiada, así que haré lo posible por darme a entender.
Es el sonido que hacemos, al menos en México, con una “i”. Su significado es muy similar al “¡chin!”. En inglés es fácil de identificar, es el sonido de gasp, o el grito ahogado (al menos así lo puedes encontrar si buscas efectos de sonido). Si se te olvida la tarea y de pronto te acuerdas “iiii”, o si alguien que conoces tuvo un accidente y te enteras “iiii”. Esa i aspirada la escuchaba todo el tiempo, en todas partes, por lo que tenía la impresión de que había un mar de malas noticias por todos lados. Pero no era una i y tampoco había nada de qué preocuparse. Era simplemente una manera en la que ellos pronuncian el sí. Lo que le llamo el sí aspirado.
Já es “sí” en islandés. Se pronuncia más o menos como “yao”
Já es “sí” en islandés. Se pronuncia más o menos como “yao”. Con la normalidad y la velocidad con la que hablan, el já tiende a ser mucho más aspirado, como si les faltara el aliento en un ataque de asma. Sobre todo en momentos en los que se bombardean con preguntas que se responden fácilmente con un sí o un no.
Durante el tiempo en el que no sabía, ni por asomo, qué se estaban diciendo, se me figuraba como una telenovela á la islandesa. En la que todo el tiempo algo sumamente sorpresivo tomaba la conversación. ¿Se murió alguien?, ¿alguien engañó a otro alguien? o ya de plano ¿se le olvidaron a alguien los frijoles en la estufa? Observaba conversaciones en las que probablemente el chisme del año era intenso, llenos de curvas y desvaríos. Pero no. Era sólo un sí. Un sí a una pregunta cualquiera.
Por cierto, si alguien podría darme el dato de cómo le llamamos a esta interjección (y cómo se escribe propiamente), sería de gran ayuda.