Tarde pero seguro.
Ayer en Islandia se celebró este poco usual día (al menos en lo que a festividades más comerciales se refiere): Bóndadagur o el día del esposo. También puede ser traducido como el día del granjero (donde bóndi significa granjero y dagur día), esta fecha marca el primer día de Þorri (derivado del sacrificio al dios Þór), el cuarto mes del antiguo calendario islandés.
La antigua tradición de este día es bastante curiosa. Se dice que el hombre en cuestión, al despertarse, debe salir de la casa portando sólo una camisa, mientras que se pone un pantalón a medias, con una de sus piernas dentro del pantalón y el otro lado arrastrando. Así, debe caminar hasta la puerta, salir de la casa, para saltar sobre un pie, alrededor de ella y dando la bienvenida a Þorri.
En la actualidad, la tradición ha ido adaptándose, pero sigue siendo un día para consentir a los hombres de tu alrededor. Ya sea con una cenita o incluso con flores, sin dejar de lado que los comercios anuncian algunas ideas de regalo para los señoros festejados. También es en esta época, el mes de Þorri, es cuándo se celebra el Þorrablót o “los sacrificios en el mes de Þorri”. Entre las delicias culinarias de dicho festín incluyen: carnes ahumadas como Hangikjöt o carne colgada, en escabeche, como Hrútspungar o testículos de carnero; Slátur af blóðmör o morcilla, entre otros platillos tradicionales islandeses. En otra entrega hablaremos de la importancia de esta celebración y quizás hablemos del antiguo calendario islandés.
Esta celebración invita a las personas no sólo a recordar viejas y chistosas tradiciones, sino además es un día para reconocer a los hombres que están alrededor de uno. Como celebración espejo, el siguiente mes se celebra el Konudagur o el día de la mujer, que también es ampliamente celebrado por los islandeses, pero de eso hablaremos en otra ocasión.