Continuamos con mis desventuras …
Hoy les presentamos,
Ser autodidacta para aprender el islandés y morir en el intento
Como les venía contando, llegó la pandemia por el tiempo en el que concluí mi curso de Islandés 3, y tuve un hiato hasta el 4 de mayo. Durante ese tiempo, tampoco podía ir a trabajar con la regularidad con la que veníamos haciendo. Y pues tuve mucho tiempo libre. Peco de procrastinar, pero esta vez quería adelantarme a lo que se avecinaba (que afortunadamente aún no ha llegado, pero, una vez más, cuando pase, ya les contaré). Por ello, aproveché esos días para afinar mi precario islandés.
Palabras y más palabras
Mi primer paso fue concluir el nivel 2 de icelandiconline. He de confesarles que pese a que recomendé esta herramienta como una entrada al idioma, no la recomiendo en absoluto para niveles más avanzados. Es sumamente tediosa y repetitiva. Me parece que, quienes están detrás del sitio, dejaron de tener amor al arte, y al menos lo que al segundo nivel refiere, lo hicieron más por obligación, que por crear una herramienta útil y digerible. Lo agobiante que es estar tratando de memorizar palabras ecuestres, porque por alguna razón, los genios de la pedagogía que diseñaron el sitio creen que es fundamental saber distinguir entre el galope de un caballo y otro tipo de trote ¡ah! porque han de saber que los caballos islandeses tienen un galope particular. [Voltea los ojos y se le hacen de huevo]. En fin… habiendo concluido con el nivel 2 de icelandiconline, decidí que lo mejor sería estudiar con otro recurso.
Islandés para ¿todos?
Mi siguiente intento de aprender por mi cuenta consistió en descargar el libro Íslenska fyrir alla 4, el cual es el mismo que utilizamos en los cursos de Mímir. Mi intención era, dado que el libro es muy fácil de resolver por cuenta propia, podría hacerlo y adelantar el curso que aún no decido si continuar. Para ello, tuve la magnífica idea de torturar a A. al explicarme detallitos y corregirme los ejercicios del libro. Todo marchaba de buen modo. Cada día resolvía un capítulo, así en una semana (en teoría) terminaría de resolver todo el libro. No fue sino hasta encontrarme con los llamados verbos con terminación -st. Esta forma verbal es lo que se conoce como voz media o voz pasiva, pero también es una forma reflexiva (que recae en el sujeto), puede cambiar el significado de una palabra, es estilo indirecto, y TODAVÍA tienen el descaro de que con esta terminación puedan formar verbos que vienen de sustantivos. Todo en una sola terminación. Aventé todo. Me di por vencida. Insulté a los cuatro vientos y exclamé “¡COMO C&@$#/°S ME VOY A APRENDER TODO ESTO!”. Una vez más, el islandés me invita a volver a nacer y aprender todo de cero para que me sea más fácil. [Los ojos de huevo hacen que el cielo se nuble y caigan rayos].