Es asombrosa la riqueza que tiene México para cultivar alimentos. Se dice que puedes sembrar cualquier cosa aquí y crecerá. No lo dudo. Como todos sabemos, algunas de las cosas más populares que comemos hoy en día provienen de México, como el tomate, varios chiles, chocolate, nopal (cactus), tomatillo, semillas de chía y ¡mucho, mucho más! Esta tierra es fértil, y eso se puede apreciar por el enorme mercado conocido como la “Central de Abastos” en la Ciudad de México. Un espacio que emplea a unas 70.000 personas, con unas 2.000 tiendas o locales. Abasteciendo a la gigantesca Ciudad de México con frutas y verduras, entre otras cosas.
Muchas, si no la mayoría de las cosas mencionadas, se cultivan localmente, y aquí encontré variedades de frutas y verduras que nunca había visto en Islandia, ya que tendrían que importarse, como diferentes tipos de plátanos o limones más pequeños. , muchos tipos de frijoles y otras variedades de legumbres, una gran cantidad de chiles, los cuales son utilizados de distintas formas en la rica gastronomía que tiene el país.
Es simplemente increíble cuánto se cultiva y vende localmente aquí. Sin necesidad de grandes contenedores de envío, que surcan los océanos, o que requieran aviones para una entrega para "el mismo día". Esto es algo en lo que todos nosotros, quienes vivimos en las regiones más al norte, deberíamos empezar a pensar.
Consumir localmente
Islandia tiene la suerte de poder producir ciertas cosas que el clima no permitiría, simplemente por el hecho de que la energía geotérmica lo facilita. Podemos construir invernaderos y cultivar pimiento, tomate, pepino y muchos tipos de lechuga. Incluso, estos productos pueden ser cultivados durante todo el año, hay algunos agricultores que prueban cultivar desde plátanos, hasta ajo. Esto es una ventaja que tiene Islandia y que podría experimentar mucho más. Si podemos usar nuestros recursos locales para cultivar nuestros propios alimentos, entonces podríamos dejar de depender tanto en que otras partes del mundo cultiven cosas para nuestro consumo. Tal vez no dejaríamos de importar aguacates de México o arroz de China o chiles de Israel. Pero podríamos cultivar más cosas en casa.
Y me refiero literalmente a nuestra casa. El verano pasado, en Islandia, cultivamos varios tipos de lechuga en nuestro balcón con gran éxito. Tuvimos más lechuga de la que necesitaríamos.