La guía púdica para la Laguna Azul (Blue Lagoon)

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    La Guía púdica
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    La entrada
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    El agua turquesa de la Laguna
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    Vista de la Laguna

Hay muchas guías y recomendaciones en internet con información sobre los pormenores para ir a visitar la Laguna Azul (Blue Lagoon), y por lo mismo, de antemano les recomiendo visitarlos para darse una idea más objetiva del lugar, sobre todo si planean hacer una visita pronto. Quería hacer una guía que a mí me hubiera funcionado a modo de advertencia, con aquellas cosas que me causaron impresión la primera vez que fui. Acá encontrarán detalles que quiero suponer, a muchos nos puede importar, pero creo que no muchos se atreven a preguntar. Dicen que el conocimiento es poder y a mí sí que me hubiera gustado saberpor anticipado algunas cosas sobre Blue Lagoon, al igual que para aquellas personas que me acompañaron la primera vez que visitamos.

Mis dos visitas a la Laguna Azul han sido similares: graciosas, accidentadas y, sobre todo, gratuitas. Tal vez esto ya lo había compartido por aquí, o tal vez se lo mencioné a alguien, pero yo no me considero necesariamente pudorosa… pero uno tiene límites, los cuáles Islandia los pone a prueba, como si formara parte de su atractivo turístico. Esta no sólo es una guía púdica, es una serie de datos inútiles para que decidas si vale o no la pena hacer el gasto para visitar uno de los sitios más concurridos en toda Islandia.

1.¿Por qué ir?

La verdad es que nadar en agua calentita siempre es bueno. Blue Lagoon es uno de los destinos turísticos más conocidos en Islandia. Muchos dicen que es casi una visita OBLIGADA ¡Qué desagradable suena eso! No, nadie está obligado a nada y menos en sus vacaciones. Tiene su encanto el lugar, con sus mascarillas de sílice y el andar remojándose, cual maíz en pozole, por unas horas. Está dentro de las 25 Maravillas del Mundo según la National Geographic y se dice que tiene propiedades terapéuticas. La Laguna se formó en 1976 como un subproducto de la planta geotérmica Svartsengi. En 1981, se reporta el primer bañista, Valur Margeirsson, con lo que se descubriría que el baño mejoraba las condiciones de la piel. Y para 1987, se abrirían lal público como balneario.

2. ¿Qué paquete escoger?

Hay varios precios de entrada para disfrutar de la laguna, que difieren en lo que incluyen y el acceso a distintas experiencias de relajación. Para más información consulta los paquetes en este sitio. Creo que, si es sólo por conocer, la versión más económica es una buena opción. Uno de los grandes atractivos de los otros paquetes son las opciones de mayor confort y privacidad, sobre todo para el bañista más recatado. Lo que pueden hacer, si de verdad les da pena andar mostrando carnes, es llevar su propia bata , en especial si ustedes, como yo, son de los que llevan su tupperware de ceviche a la playa en lugar de pagar por comer en la palapa y ahorrarse unas monedas. Si no, ni lleven nada, anden en bolas y no se compliquen. Igual pueden ahorrarse los costos si deciden comer en algún lugar más accesible que el restaurante del lugar. OJO: hay que reservar con antelación, Blue Lagoon no es opción para la visita espontánea, ocurrente y de última hora.

3. ¿Qué llevar?

Primero que nada, depende de tu nivel de asco. Yo te aconsejaría llevar todo lo necesario, porque personalmente desconfío (hoy más que antes) de estos lugares. Pero, sin llegar a niveles extremos, unas buenas chanclas (de preferencia que las reconozcas a la distancia) son indispensables, de inicio. Ve lo más ligero que se pueda, aunque los casilleros tienen un espacio estándar de casillero, dependiendo de la cantidad de gente que hay, puede ser o no un poco estorboso andar con tanto tiliche. Así que es mucho más fácil maniobrar con tus objetos personales si vas con pocas cosas. No lleves joyas y si puedes andar sin anteojos, es mejor no llevarlos. Yo no puedo ver sin mis lentes , entré a la Laguna con ellos y no les pasó absolutamente nada, pero no está demás mencionarlo. Ahora, el Blue Lagoon es un spa, la idea es que te relajes. En ese sentido, yo te recomendaría dejar tu celular en el casillero o no llevarlo. Si de verdad no puedes vivir sin las llamadas de la chamba o si quieres capturar ese momento mágico de andar nadando en las aguas turquesas, te recomiendo que de antemano compres una funda a prueba de agua. En el lugar venden unas, pero podrías ir preparado para que no te sorprenda el gasto extra. Si tienes el cabello largo, lleva unas ligas o pinzas, para que no tenga contacto con el agua. Si eres eco-friendly y te preocupa el cuidado de nuestro planeta, puedes llevar unas bolsas impermeables para guardar tu traje de baño mojado. En el lugar hay disponibles bolsas de plástico, por si te lo preguntabas. Muy importante, tienes que ir preparado para desembolsar una parte de tus quincenas, sobre todo si quieres comer en el lugar. Y no está de más decirles que lleven su traje de baño 🤣, en el lugar venden, pero insisto, ¡preparados es mejor!

4. La tecnología

Al llegar, te dan un brazalete, el cual es más inteligente que uno. Con él podrás abrir y cerrar el casillero para guardar tus pertenencias, así como cargar a tu cuenta las bebidas en la laguna o las mascarillas extra, para que no te preocupes por llevar tus monedas o tu tarjeta de crédito.

5. Los baños y el pudor

Aquí llegamos a la parte por la que he llamado la guía púdica, para diferenciarla de las guías que he leído en internet que son “completas”,“fundamentales” o “definitivas”. No es así porque no contamos con los medios para ofrecer un veredicto completo o fundamental, además que cada experiencia es personal e individual. Por decirles algo, la primera vez que fui me caí horrible en una piedra, en esta segunda visita, me di cuenta que la piedra ya no existe. Hay cosas que no podemos prever, pero podríamos anticiparnos a lo que se aproxima. Muchas de las guías describen cosas como “tienes que ducharte desnudo, pero son privados, ¡no te preocupes!”, pero no te dicen a detalle cómo es el protocolo. La primera vez que visité la Laguna fue hace mucho tiempo, tanto que todavía no extendían la piscina principal. Y la segunda vez fue hace dos semanas. La idea de todo esto es para que no sean como yo (empiecen por fijarse por donde caminan, sobre todo si está nevado)

La desnudez para mí no sería tema, si la mirada ajena no fuese tan obvia. Podría explicarlo a detalle, pero créanme, ¡claro que la gente te ve! Acá el punto no es que no te vean, sino cómo hacer de tu visita una experiencia placentera de 360°. Al lugar llegas y básicamente el protocolo es ir al baño (separado en hombres y mujeres), poner tus pertenencias en un casillero que veas vacío, desvestirte y bañarte (desnudo), proceder a ponerte tu traje de baño y entrar a la piscina. Pero, para mis lectores pudorosos, les voy a desglosar con detalle el proceso, para que sepan de antemano que, sí, no hay de qué preocuparse, sólo hay que saber qué se tiene que hacer.

INFORMACIÓN QUE CURA:

  • Reserva en un horario y día en el que no hay tanta gente (particularmente lo más temprano y lo más tarde)
  • Al llegar al baño, ubica tu casillero de preferencia. Yo en lo personal les recomiendo caminar hasta el fondo, pues están vacíos (y esta es una guía púdica)
  • Al lado de los casilleros hay unos vestidores que, pese a ser una obviedad, ¡yo ni los vi hasta que me fui! En esos vestidores puedes desvestirte y vestirte de nuevo en privado, ya que no deberías hacerlo dentro de los cubículos de los sanitarios (se supone). Toma en cuenta que, dependiendo de la fecha en que la visites, puede que sea un inconveniente por la cantidad de gente que hay. En mi caso, y quizás porque todavía estamos en la época de la pandemia, no hubo tanta gente, por lo que no había problema de saturación en los vestidores.
  • Del vestidor a la regadera es el trayecto para poner a prueba tu pudor. Si de verdad te molesta, una bata es tu mejor aliada, ya sea que la traigas o que pagues en el paquete que la incluye.
  • Hay dos tipos de regaderas: la comunal y los cubículos. Ubica la que prefieras (esta es una guía púdica, asumo que será la de las puertas, pero tienes libre albedrío). Toma en cuenta que las puertas no cierran del todo.
  • Acá tienes que lavarte todo, aunque vengas recién bañadito del hotel o airbnb. En general esta es una regla en las albercas y otros spas del estilo en Islandia. Se pide que sea SIN el traje de baño (en algunos lugares tienen incluso un póster para recomendarte qué áreas del cuerpo lavar con jabón). En el lugar hay shampoo, jabón y acondicionador. Este último se recomienda usarlo antes de entrar a la laguna para evitar que tu cabello se maltrate, sobre todo si piensas meter la cabeza al agua.

De aquí, ya sólo es cuestión de ingresar a la laguna. Recuerda que es mejor no llevar nada, más que tu brazalete. Las reseñas y guías que leí sobre el lugar hablan de salir corriendo al frío del ártico para meterse a la Laguna Azul. Eso es pura falsedad. Desde la parte techada uno puede ingresar a la laguna y ya dentro del agua, salir al área principal al exterior, así que no hay que pensar mucho en que tenemos que correr, ni que tenemos que exponernos a temperaturas indignas, ni probar nuestra valentía. No, ¡relájense! Todo está fríamente calculado.

6. Algo relax

El Blue Lagoon es un lugar de relajación, para la calma y vibrar alto. Y qué mejor que acompañarlo con una cerveza. Pero, quisiera resaltar que no es para ir a quedar devastado, ya que se limita el consumo de bebidas alcohólicas a tres por persona. Sí, aquí sí es algo relax.

7. Entre cabellos y pelos

La primera vez que fui, el piso era distinto, podías sentir el sílice a cada paso que dabas. Podía agarrar el sílice del interior y ver que estaba lleno de... PELOS [risas]. Esta vez lo intenté de nuevo, tengo entendido que en 2016 cerraron el spa para extenderlo y rediseñar la zona para mejorar la experiencia (y supongo que entonces limpiaron la piscina), pero aún así hay uno que otro pelo. Me parece un dato un tanto asqueroso, pero curioso, lo que me lleva al siguiente punto. Ten mucho cuidado con tu cabello. Curiosamente, la primera vez que fui, no recomendaban nada referente al cabello, pues te dicen a la entrada que no sumerjas tu cabeza, en especial si tienes el pelo teñido o delicado. Yo lo hice en aquel entonces y no pasó nada, me lavé el cabello con shampoo al salir y ¡listo! Eso sí, mi cabello estaba radiante al siguiente día. PERO esta vez no quería intentarlo. A. por su parte tiene el cabello en un largo extraño, el cual es todavía corto para amarrarlo, pero lo suficientemente largo para que sus puntas estuvieran en contacto con el agua. Al lavarse el cabello cuando llegamos, como cuando nos salimos de la laguna, utilizó el acondicionador. Al siguiente día su cabello estaba seco ¿Qué aprendimos de esto? No sé, tal vez dependa de lo delicada que sea tu cabellera, mi recomendación es que mejor no metan la cabeza al agua.

8. La mascarilla

Esta es una de las cosas que me convencen de que vale la pena. La mascarilla ( la básica) en las dos veces que he ido sí que ha dejado mi piel mucho más tersa y visiblemente reparada luego de usarla. Me gustaría comentar de las otras mascarillas, pero en mi segunda visita, la verdad es que no se me ocurrió probar las demás. Pensaba comprar el paquete a la salida, pero honestamente me dolió el codo. Si el cuidado de la piel o skincare es lo tuyo, pues como dicen por ahí “date como magnate”.

9. Después de la laguna

Ahora, esto es un dato extraño. Al día siguiente de ir a la laguna, pude notar que en mi caso fue contraproducente para mi piel. Noté mi piel más irritada, e incluso, con más espinillas de las que normalmente tengo (y en lugares que rara vez me aparecen). En la cara no, por el contrario, la mascarilla tuvo un efecto significativo. Yo sospecho que no estoy hecha pa’ tanto lujo y sofisticación. Quiero comentarles que recuerden al salir del agua, bañarse bien, volver a poner acondicionador y, algo que me pareció importante, enjuagar bien el traje de baño, ya que el sílice como los minerales de la laguna pueden dañar la tela.

10. La pregunta del millón ¿Vale la pena?

No lo sé. En Islandia hay otras albercas y sitios similares a este, que tienen un precio más bajo. Es una experiencia bastante placentera, pero no sé qué tanto yo lo recomendaría, considerando el precio de la entrada. Hay quienes dicen que la entrada más lujosa sí que lo vale, pero de eso no les podría dar una opinión (hasta que me decida pagar por la experiencia😂) . Creo que es una verdadera lástima que no sólo este, sino otros sitios también se han encarecido al aumentar la demanda de los turistas por encontrar experiencias similares a la de la Laguna Azul, lo que también limita a los propios islandeses de visitar estos lugares, pese a que los balnearios son parte importante de su cultura y la manera de socializar.

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