Año nuevo, proyectos nuevos. Aunque no realmente, porque este es un proyecto que empecé desde el año pasado pero, con tantas cosas que pasaban, lo delegaba para cuando no tuviese alguna eventualidad personal qué publicar. Luego llegó diciembre, y quería hablar de las festividades… Y pues aquí estamos.
Paseando por Islandia, tanto desde que llegué el año pasado, como en mis visitas previas a la isla, había notado que su arquitectura es bastante peculiar. No estoy hablando de las grandes construcciones, las que son encargadas por arquitectos famosos. Hablo en general. Las casas de la gente común, las casas que se usaban antes, estilos que se han retomado con los años. Partiendo de mis observaciones, decidí hacer una compilación de artículos sobre la arquitectura islandesa. Y he aquí el primero. Una nota: no es mi intención hacerlo de manera cronológica, pero sí contar la historia detrás de estos edificios y construcciones.
Si alguna vez han visitado Islandia, o al menos visto fotografías del centro de Reykjavík, podrán dar cuenta de los coloridos edificios que animan la zona más turística de la ciudad. Pero si ponen atención, al material de las casas, podrán dar cuenta de un detalle interesante. Las casas están hechas de metal corrugado.
¿Metal corrugado?
En otras latitudes, el metal corrugado (hierro corrugado) es un material utilizado para edificios industriales. Usualmente lo podemos ver en los techos, o en granjas como tanques de agua o graneros. Este material fue inventado a los inicios del siglo XIX en Inglaterra por el arquitecto e ingeniero Henry Robinson Palmer, y para mediados de ese mismo siglo, el metal corrugado fue exportado a diversos países, incluido Islandia.
Cabe hacer un pequeño paréntesis. En estos años, Islandia seguía bajo el dominio del gobierno danés, el territorio, por su geografía y condiciones climáticas, no estaba muy desarrollado. Gran parte de la población se dedicaba a actividades como la granja o la pesca. De materiales para la construcción, aquellos que antecedieron al metal corrugado, podemos mencionar la madera y la piedra. Sin embargo, el territorio islandés había perdido la mayoría de sus bosques desde la época de las sociedades antiguas nórdicas (vikingos), por lo que importar madera para la construcción era un tarea no sólo costosa, sino titánica, pues había que traerlo en barco.
Entonces, el ingenio islandés vio en el metal corrugado, no sólo un material, sino un nuevo concepto arquitectónico y estético, utilizando este, ya no sólo en el techo, sino en la construcción entera. Este material fue innovador, pues permitía proteger la vigas de madera de los elementos, que ya se imaginaran son extremos. Además era mucho más liviano que, digamos, la piedra o la propia madera, lo que facilitaba su importación. Y si eso no era suficiente, a principios del Siglo XX (el dato apunta que en el año de 1915) hubo varios incendios en las recién nacidas zonas urbanas de la isla, por lo que se prohibió la madera en las construcciones como medida de prevención.
La estética corrugada
En el Siglo XX, la moda, sobre todo para las familias acaudaladas de la isla, eran las grandes casas que tenían inspiración del “estilo de chalet suizo”, con la peculiaridad de que el principal material, no era la madera ni el concreto, sino el metal corrugado.Este tipo de construcción tiene como particularidad los adornos de la construcción, las grandes ventanas, los balcones...en fin derroche puro. Esto aunado a los colores, en su mayoría pasteles, hacen del centro de Reykjavík un lugar bastante pintoresco, pero gracias a que el metal es bastante resistente, no necesita de mucho mantenimiento. La estética de Reykjavík conjuga elementos de la belle époque, con el desarrollo industrial de la época, y hoy en día pese a que el metal ya muestra el paso del tiempo, sigue ahí de pie, recordando los inicios de la urbanización.
Si estás en Islandia, o planeas visitar, date un paseo por las calles de Reykjavík y presta atención a los distintos estilos y formas en los que este material ha sido utilizado. Hoy en día, muchos de estos, han sido modificados, ahora son tiendas de souvenirs o cafés, pero aún así, mantienen el encantador uso del material. Espero que también disfruten la galería de fotos.